El hacer a un lado los sentimientos para poder concentrarse y seguir adelante con algo, tarde o temprano, te va a pasar una pesada factura. No importa el entrenamiento ni el descanso ni la nutrición. Increíblemente el cuerpo llegará a explotar por algún lado. No estás solo. No estás sola. Siempre hay alguien por ahí de carne y hueso con quien compartir aunque justo no sea la persona que vos esperabas. Siempre hay alguien. Acá hay alguien.